En el silencio del crepúsculo,
se alza un suspiro de luz,
donde el sol se despide con ardor
y el alma se llena de virtud.
Las sombras se visten de esperanza,
pinceladas en el lienzo del cielo,
cada estrella, un sueño guardado,
cada noche, un tierno anhelo.
El viento murmura secretos
de amores que no tienen fin,
y en el eco de la penumbra
resuena un querer sin fin.
Bajo el manto de la luna
se teje la historia del amor,
un lazo eterno y sincero
que brilla con incesante fulgor.
Los ríos reflejan nostalgias doradas,
susurran canciones de un viejo querer,
y en la brisa que danza en las hojas
se oyen promesas que han de volver.
Las montañas calladas contemplan
el beso del sol al amanecer,
como almas que nunca se olvidan
y en la distancia se anhelan volver.
Oh, dulce crepúsculo eterno,
abraza mi pena con tu fulgor,
guarda en tus sombras mis sueños
y en tu horizonte, mi último amor.
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Autor:
Daniii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2025 a las 12:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Hanabi, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, JUSTO ALDÚ, Ricardo Castillo., WandaAngel
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