Viniste de tan lejos
y ahora
solo puedo recordarte
como un mar inmenso
desnudo de olas voraces
A fuego, a cielo
el vello de tu pecho
guarda mi tacto;
la realidad
de mis manos
caricia en seda roja,
el calor
de tus labios,
el roce
de mi piel.
Dejamos entre las paredes
nuestro eco ardiendo
colgado de unas cortinas
de terciopelo,
y nuestro recuerdo
por siempre reflejado
en aquél espejo.
©️
-
Autor:
Charlie Aritz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 21 de febrero de 2025 a las 13:18
- Categoría: Amor
- Lecturas: 18
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, La Bruja Irreverente, CARLOS ARMIJO R...✒️, pasaba, Andy Lakota👨🚀, Llaneza, Ricardo Castillo., JUSTO ALDÚ, Mael Lorens, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z., Amanecer, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Geniales tus hermosas estrofas estimada poetisa y fiel amiga Charlie Aritz
Saludos desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
Gracias por tu visita y tus palabras, amigo Críspulo. Te deseo un muy feliz sábado 🌷
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.