Agua gloriosa

Enrique Fl. Chaidez

Qué bueno el día cuando amor nos da

por fin de su brebaje misterioso,

agua gloriosa para el corazón

donde ella adquiere su sabor maduro,

el buen licor que se destina entonces

como alma asimilable

para el labio sediento de los mundos.

 

Lentamente este amor un día empieza

un poco gota a gota,

un poco sorbo a sorbo,

un poco voz a voz,

hasta que se transforma en mar que canta

y en glorioso torrente beso a beso.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.