El alba despierta vestida de sombra,
con nubes que yacen cual fúnebre alfombra.
Susurros del viento recorren la calle,
y el sol se demora detrás del detalle.
El cielo se cubre de un manto nublado,
parece que el día renace cansado.
Las luces titilan, aún resistiendo,
como un corazón que sigue latiendo.
Los charcos reflejan un mundo distante,
el tiempo se vuelve fugaz, vacilante.
Y en este silencio que cubre la brisa,
amanece el día con lenta sonrisa.
El día comienza, pero no promete,
su luz es pálida, su voz es silente.
Y en este gris que el alba desgrana,
late el misterio de una nueva mañana.
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Autor:
Miguel Ángel Peñafiel Miranda (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de febrero de 2025 a las 07:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Jaime Alberto Garzón, Sierdi, EmilianoDR, Mujer perseverante, pasaba, El Hombre de la Rosa
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