No te apresures, que sea regresiva la cuenta.
No corras, amarra la noche y que se vuelva lenta.
Deja fluir los ríos y que se tranquilice su corriente.
No cambies el amor por un estallido impaciente.
No te vayas tan pronto, detente.
Convierte mi noche fría en ardiente.
Pausa un poco la hora, déjanos aquí.
Obsequiame el juramento en el que hace segundos creí.
No soy dictador, pero puedo ser quien tome el mando.
Explorando jardines mientras la historia se va terminando.
Suena egoísta, pero tomaré solo yo las riendas del carruaje,
Porque te quiero a ti, no me importa tu equipaje.
Acomoda el minuto, para que encaje.
Aunque se quede mudo y sin movimiento.
Quedaremos congelados, con la eternidad y el paisaje.
Sería la pausa, recorriendo mi vida en un momento.
-
Autor:
Poemeherio (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2025 a las 00:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Sierdi, Augusto Fleid
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.