Matías despertó con un dolor punzante en la cabeza. Estaba atado a una silla en una habitación iluminada por una sola bombilla parpadeante. Frente a él, una gran pantalla mostraba un montaje macabro: videos de los influencers desaparecidos, pero no como se les recordaba, sino en escenas aterradoras. Gritaban, suplicaban, hasta que sus imágenes se cortaban abruptamente.
Un hombre con la máscara negra se acercó.
—Bienvenido al final del espectáculo, Matías —susurró, inclinándose sobre él—. Tú querías la verdad, ¿no? Pues aquí la tienes.
El periodista intentó forcejear, pero las ataduras eran demasiado fuertes. Su corazón golpeaba su pecho con brutalidad.
—¿Qué quieren de mí? —logró decir con la voz entrecortada.
—Solo queremos que el mundo vea… que lo superficial tiene un precio. Que el espectáculo digital no puede durar para siempre —dijo el hombre, antes de levantar una cámara—. Y ahora, eres parte del show.
Matías vio su propio reflejo en la pantalla. La transmisión en vivo había comenzado.
La imagen se cortó.
Días después, un nuevo video se volvió viral. Era un montaje inquietante, con imágenes de Matías y los influencers desaparecidos, entre risas distorsionadas y sombras que parecían moverse solas. Al final, una última frase apareció en la pantalla:
"Falta uno más".
Las autoridades nunca encontraron los cuerpos. La estancia en San Miguel de Tucumán quedó reducida a cenizas tras un incendio misterioso. Y aunque la búsqueda cesó, una pregunta quedó flotando en el aire:
¿Quién era "El Cuervo"?
Lo más aterrador de todo fue que, meses después, otro influencer desapareció, esta vez en España. Y con su ausencia, un nuevo video apareció en la red.
La cacería no había terminado.
Un mensaje anónimo alertó a las autoridades españolas sobre la conexión entre los casos en Argentina y desapariciones similares en Europa. La Interpol, junto con un equipo de expertos en ciberseguridad, comenzó a triangular señales y a analizar los patrones de las publicaciones previas al secuestro de cada víctima. La clave estuvo en un servidor encriptado que apuntaba a una ubicación inesperada: una isla casi desierta en medio del Océano Atlántico.
Un operativo conjunto entre fuerzas especiales y agentes encubiertos logró infiltrarse en la isla, rodeándola sigilosamente. La pequeña fortaleza improvisada en la que operaba "El Cuervo" estaba equipada con pantallas gigantes y sofisticados sistemas de vigilancia. Cuando irrumpieron en el lugar, encontraron pruebas de las desapariciones, documentos falsificados y transmisiones en vivo programadas.
El líder de la operación, un magnate trastornado por el poder de las redes sociales, intentó escapar, pero fue interceptado en el muelle. Mientras lo esposaban y lo subían a la lancha de extradición, su mirada se fijó en la de un niño que, sentado en la orilla, jugaba con su celular. Por un instante, los ojos de ambos brillaron con un destello inquietante.
El Cuervo sonrió. Sabía que su legado no terminaba ahí.
JUSTO ALDÚ
Panameño
Derechos reservados / febrero 2025
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2025 a las 01:58
- Comentario del autor sobre el poema: Espero que pasen un buen domingo. Saludos
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: JUSTO ALDÚ, Tommy Duque, Sierdi, William26🫶, Jaime Correa, El Hombre de la Rosa, Classman, Ramón Bonachí, Hugo Emilio Ocanto, Alexandra l, José López Moreno., Charlie Aritz, Sami Sanz, Javier Julián Enríquez, Pilar Luna, María C.
Comentarios5
Geniales prosas literarias de altura estimado poeta y fiel amigo Justo Aldú
Saludos desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias Críspulo. Vayan mis mejores deseos hasta Torrelavega.
Saludos
Interesante relato, muy bien llevado, saludos.
Gracias Ramón, es un placer tu visita, lectura y comentario.
Saludos
Esta segunda parte de tu relato tan interesante como la anterior, un verdadero placer de lectura que atrapa de principio a fin, gracias por compartirla.
Un saludo cordial, Alex.
Haciendo una autocrítica, quizá el final esté un poco gastado. Anoche mientras lo escribía tuve un episodio de migraña. Aún así, cumplí antes de acostarme. El sol que tomé en la mañana estaba fuerte.
Gracias por leer y comentarme Alex.
Excelente relato de una triste realidad.
Abrazo poético y que la inspiración te acompañe a donde quiera que vayas.
Sami.
Muchas gracias Sami por tu visita, lectura y comentario.
Saludos
Me gusto tu relato Justo tiene un final que atrapa.
Saludos
Muchas gracias compañera. Siempre es un placer tu visita. Esta es la segunda parte. Si te interesa leer la primera está justo antes que esta.
Saludos.
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