El maestro entra, con paso cansado,
dicta lecciones, repite el legado.
No puede salirse, no puede dudar,
su voz es el eco de un libro encerrado.
Le temen los padres, le temen los jefes,
le teme quien nunca lo viene a escuchar.
El miedo se sienta con él en su silla,
susurra al oído: "No debes hablar".
Pero un día, en medio del ruido,
alguien pregunta lo que está prohibido.
El maestro calla, su mano tirita…
y traza en el aire su última herida.
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Autor:
Juan de Marco (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2025 a las 16:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 37
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, EmilianoDR, Mael Lorens, pasaba, Jaime Correa, alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, alupego (Ángel L. Pérez)
Comentarios2
Profundo poema para reflexionar.
Saludos poeta Ricardo Castillo
Gracias por tus palabras, me motivan a seguir escribiendo. Saludos
Buenas tardes; Juan de Marco
Triste cuadro el del Maestro hoy día. Sabe mucho de todo, pero el bozal de arepa y la promesa de la despedida, le impide una actitud meridiana...Ser buen maestro-hoy día. promete despido y hambre....El estudiante debe saber poco, de lo importante. Razón por lo cuál los programas y contenidos son precarios...
Nota: Gracias por abordar y exponer el tema. Saludos.
"Gracias por tu comentario. Es cierto, el maestro de hoy camina en una cuerda floja, entre el miedo y la necesidad. Su voz, que debería iluminar, se ahoga entre amenazas y silencios impuestos. Mientras el conocimiento se reduce a lo inofensivo, la educación pierde su esencia. Ojalá algún día enseñar no sea sinónimo de callar. Saludos."
Buenos días Poeta...
Ricardo Castillo C.
En realidad he recorrido todos los niveles educativos, como alumna y profesora y sé qué es difícil en el hoy el trabajo magisterial...Nos toca vencer los obstáculos y avanzar en pro de las nuevas generaciones. Un saludo cordial.
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