Entre la sed y la lumbre

Ricardo C.

A veces regreso del sueño con mucha sed.
Pienso en buscar el agua,
recorrer el oscuro camino hasta el interruptor
para encender la luz,

acechado por los misterios
de las horas ciegas:
la marcha incansable de sus agujas,
un canto lejano montado en el viento,
el vaivén del espejo suspendido en la penumbra,
como un péndulo atrapado entre dos mundos,
la luz que se filtra entre las rendijas,
venida de un vehículo errante.

¿Qué destinos anuncian estos mensajes
que frustran mi movilidad?
Me debato entre la sed y la lumbre,
la distancia imposible de recorrer,
un lugar cavado en la oscuridad.

¿Debo abandonar este deseo
que presumo aún duerme en mí?
¿Y si, en verdad, mi cuerpo lo llama?

Solo sé lo que tengo:
este hábito de la duda,
esta sospecha,
este apetito por la prueba
que me desvela,
y me hastía,
y me corroe,
como la sal del mar al metal.

Prefiero la sed,
la certeza de no poseer la verdad.

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Comentarios +

Comentarios3

  • El Hombre de la Rosa

    Hermoso tu genial versar estimado poeta y amigo Ricardo CTz
    El Hombre de la Rosa

    • Ricardo C.

      Gracias amigo poeta. ¡Un abrazo!

    • Hugo Emilio Ocanto

      Maravilloso son tus veros, Ricardo.
      Pena no le coloques un comentario personal.

      Fraterno abrazo!
      Hugo Emilio.

      • Ricardo C.

        Hola amigo poeta, agradezco mucho tu apreciación. Se me complica un poco intentar explicar mis poemas, sabes. Espero que te encuentres mejor de salud. ¡Fraterno abrazo para ti también!

        • Hugo Emilio Ocanto

          Qué pena!
          Me encuentro mejor, sí.
          A mí se me complica cambiar imagen pata Poemas...
          Imposible hacerlo.

          Abrazo.

        • Jorge L. Casado

          Muchas felicitaciones Colega por plasmar en este poema verdades encerradas, verdades ocultas que a veces dada las circunstancias es mejor no sacar a luz literalmente. Este poema en cierta manera llega a mi alma y es como agua al alma mas sedienta... Haz plasmado de manera cierta emociones que se encierran en el corazón. Felicitaciones nuevamente. En hora buena Colega

          • Ricardo C.

            Hola, poeta. Agradezco profundamente tus palabras. Saber que estos versos han saciado, aunque sea un poco, la sed del espíritu y han tocado tu alma me llena de satisfacción. ¡Un abrazo y mis mejores deseos!



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