Los velos caen, el pasado no deja de ser presente,
la boca habla de lo que habita en el corazón,
en la noche, la luna a la estrella se lo platica,
todo fue parte de un parecer dejando de lado el ser.
Pisadas fuertes que dejan huella al andar,
surcos profundos en la tierra reseca,
vieja noticia para los oídos de algunas,
silencio roto impulsado por la realidad.
Seguir aparentando y apostar al perdedor,
nuevamente aparece el parecer,
la tierra grita el deseo del corazón,
querer sofocar la esencia no deja placer.
Ya nada sorprende al vecino que todo lo vio,
nada le causa asombro a la familia que todo lo vivió,
aquí solo se trata de amar sin condición,
cero rencores, no hubo traición.
Miradas que alzan la voz,
labios que callan el sentir del corazón,
pies ansiosos de correr, quedan asidos al hierro,
inmóvil el cuerpo se resiste a caer en tentación.
Las once con diez, es tiempo de volver,
en uno mas se prende la candela,
al siguiente después, todo vuelve a caer.
Eterno idilio de amor.
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Autor:
Erika Mendoza (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de febrero de 2025 a las 17:08
- Comentario del autor sobre el poema: Aunque nada es para siempre, siempre existirá lo que existió
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, Andy Lakota👨🚀, ElidethAbreu, WandaAngel, Lualpri, alicia perez hernandez
Comentarios1
Que bonito Erika, gracias por compartir.
Saludos!!!
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