Aquella iglesia,
de grandes ceremonias,
está vacía.
Y sus campanas
quedaron en silencio,
por mucho tiempo.
Las viejas piedras,
con muros carcomidos,
guardan las sombras.
Hasta el silencio,
recorta las miradas,
y te estremece.
Hoy son leyenda,
los ratos y recuerdos
allí vividos.
Días de fe,
de búsqueda y promesas,
y confesiones.
También sonrisas,
en forma de respuestas,
a tu inocencia.
Pero los sueños
de tantas primaveras
se marchitaron.
Y en esos bancos
quedaron los latines
y padrenuestros.
Y tú volaste,
marchando de la iglesia
con tu utopía.
Aquella iglesia,
de infancia ya lejana,
sigue en tus versos.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/02/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2025 a las 04:42
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Alexandra l, Texi, Jaime Alberto Garzón, MISHA lg
Comentarios1
dulce añoranza tierna melancolía poeta
bellas letras
gracias por compartir
Y tú volaste,
marchando de la iglesia
con tu utopía.
Aquella iglesia,
de infancia ya lejana,
sigue en tus versos.
besos besos
MISHA
lg
Gracias a ti, Misha.
Abrazos.
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