Travesuras del Ayer.-

Por este lago, solitario, estuve navegando.

Y olas gigantes cubrieron, mi embarcación.

Alborozada, a mi madre, le estuve narrando.

Mamá, navegar no es difícil, si hay pasión.

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Nunca, me sentí más segura de este poder.

No lo supiste, pero el tío, me enseñó, todo.

Sé que, no estuvo bien, el navegar sola ayer.

Estuve muy alerta, en el muelle, por el lodo.

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Sé qué recuerdas, ese día, que me ahogaba.

Eso nunca, volverá a pasar, yo soy nadadora.

Te lo juro, no iré más sola, yo solo navegaba.

No me quites el goce, que soy su adoradora.

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¡En mi suelo, el niño aspira, navegar su Lago.

Allí, finalizó la guerra y, no es, un dato vago!