¡Sí!
Tu partida me dejó como un mendigo,
limosneando lágrimas para mis ojos.
Una gran y mortal herida
causaron tus enojos en mi alma.
Hoy mis pies están cansados,
tengo dos raíces a mis lados,
y por ellas, para ellas,
renació el brillo de mis ojos.
A la luz, a la noche y a las estrellas,
seis fanales las ven aún más bellas.
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Autor:
El Solitario George (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 26 de febrero de 2025 a las 12:13
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: pasaba, EmilianoDR
Offline)
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