¿ME EXTRAÑAS?. PREGUNTO ELLA.

¿Me extrañas?, pregunto ella y El, respondió ¡NO!, Porque pienso en Ti todo el día y en los mejores momentos me das vida. Alumbras todas mis tristezas y hasta creo que las cuerdas de mi guitarra, las rasgas con tus finas manos. Siento como tus delicados labios, quitan las espinas a las notas tristes de mis canciones y embelleces mis letras, cuando me lees.

En mis letras, siempre hay un lugar para ti. Si tus ansias y desespero no encuentran lugar, terminan arrugados y en el cesto del olvido conservando su condición de sueño roto. Porque tú eres mi mar, con la mejor ola para surfear por tus sueños, librando todos los grandes desafíos de los convencionalismos sociales, que atan tus versos y te esconde en letras.

Eres la gran dama de la aspiración de mis versos, busco disfrutar de esa luz de tus ojos, que cada mañana expones sin el valor de dármelo como lo hacen los enamorados o los filántropos dan a los necesitados una moneda. Tu generoso corazón, no solo me da una moneda de amor, sino que compartes el amor solitario de tu abundante corazón en espera.

 ¡Si te extraño dijo ella! y desespero en algunos momentos. Empecé, sintiendo curiosidad por tu seudónimo, la forma de llenar tu soledad. Cómo la construías y el libro de visitas de tu alma, que era tan fácil firmar la vista a los turistas del amor y después ya vez. Ahora desespero ante tus pausas, me enojo con tus puntos suspensivos y te espero siempre.

YO, no sé cómo extrañarte, si siempre estás conmigo. En mi respiración, en mis letras, en la construcción del deseo, de la posible certeza de que cada noche vienes a mí, cuando te montas en un sueño y caminas en el riesgo de ir por el filo erótico de la navaja, librando el abismo entre mi propuesta, tus temores y la extrañes de la noche, preguntando por ti.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO