Hipnosis cósmica de profundo en mis vísceras

Hay tanto aquí por darse al papel que en mí adentro me enredo

y no sé qué hacer a veces. Mi camino es errado

si conmigo me llevo cualquier cosa que agarre

porque es tal desamparo que no llegaré hasta más tarde.

Que nunca me baste un calambre con mis ojos cerrándose 

ante quizás la barbarie todo en torno estridente

extinguiéndose de veras cuando yo apenas puedo hacer montañas de arena.

No es la empresa del sincero, cada uno con su miedo si conviven,

en las garras de otro luego tú de nuevo en tu agujero

sin recuerdos ya siquiera de un mundo mejor

que nos dejó un momento en suspenso a todos

con nuestros pensamientos en discordia por un trono que jamás tan bajo

afortunadamente nos puso intentando alcanzarlo

cuando es siempre confuso. Me descubro en la misma

cuenta irresuelta si de vuelta me abisma 

y como asfalto hasta quedar harto si es posible,

porque de tanto machacarme ya lo tengo por costumbre 

en esta realidad fuera del tiempo más seguro

de ser uno libre ante la lumbre de su espíritu incólume.

Te persigo yo en mi estancia inconsciente del peligro

que es dárselas de alguien que simplemente pasa por tu vida siempre

y no te extrañas buscando una salida aún más rápida.

Yo de ti me olvidaría de todo en trance una buena etapa

sin saber qué encontrarte detrás de la tapa

que tanto te atrapa tú en tus desastres 

como en otra galaxia lejana. Y eres pura 

y me contagias de lo triste sin usar las palabras.

Hoy es porque insistes que me sobran varias.

Esta frente me someto hasta que salgan 

y me dé al fin disuelto así sin ganas 

en futuros romances después de batallas ganadas con sangre 

y evitar llamaradas de amenaza constante.

Un rostro apretado va poco a poco acercándose 

adonde no estamos ni la sombra del placer permanece.