Sombras

Cuando en el mar sean las sombras

el gélido amanecer sobre la madera, 

disueltas por las corrientes de las aguas 

escondida sumisa bajo la niebla, 

aquel tronco despojado a su tumba 

dejando su linaje en tierras lejanas, 

ablanda la humedad de su corteza herida 

crujen sus raíces inquietas y podridas.

Dejen que el brioso caudal arrastre 

aquel madero que se marchite,

que se despoje de todas sus partes 

que el sol se esconda como eclipse, 

que llore en la tristeza de marte

buscando nuevas tierras sus raíces,

que el astro agonizante se esconda 

que la Luna lo envuelva en sus sombras.

La noble madera se arrastra

desahuciada por crueles remolinos

su coraza terca, que ahora es blanda 

despoja sus astillas en el camino,

su tristeza se sumerge en el agua

en oscuras tormentas su destino 

queriendo llegar a tierra firme

azotado el noble leño que gime.

Cae la hoja tímida con la brisa

cuando la raíz es despojada,

la flor colorida se marchita

cuando la rama es quebrantada,

brota la miel amarga en su desdicha

en su alma campante mutilada. 

Negro lejanos otoños e inviernos

a un madero virtuoso, que yace muerto.