Bajo la gran palmera,
cálida primavera...
Entre pienso pegado en rezo todos los días,
El supuesto ver de mis casuales ignominias.
Me volteo a su lado,
Veo un bote varado;
Que entre pirañas de casanovas,
Ciegos que navegan en canoas,
Sin manos escriben bellas odas.
Llego y me adentro en un cincel,
en un paraje angosto de hiedra;
Las devoro y fundo en pincel
Hasta hacerme un trono de piedra.
No sufro de caer ni comenzar y buscar,
Pues descanso en manto de nácar...
La arena cubre mis llagas de esbelta esmeralda.
Qué cicatrizan de tantas dagas por la espalda...
Fresco y muy dulce aroma,
Como un rugido en roma.
Acompañado de pícara sabiduría,
Lejos de la ponzoña, agridulce habladuría;
Quedan petrificadas
En sus propias arcadas...
Frente a mi linda isla de ziblia;
Que cuál bono en abanico, un mono muy honrado,
Viene con una humilde biblia.
Derechos Reservados en Proceso.
-
Autor:
Marco Montana (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2025 a las 01:23
- Comentario del autor sobre el poema: Mis estimados poetas, con respeto y cariño, les presento estos versos improvisados. Tienen cierto trasfondo que, como siempre, lo trato con surrealismo. jejeje. Espero que sea de su agrado. Saludos y abrazos.😄✌
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Llaneza, Charlie Aritz, José López Moreno., Alexandra l, Poesía Herética, Ricardo C, Andy Lakota👨🚀, pasaba, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Hugo Emilio Ocanto, Mujer perseverante, Maxi Aristarán, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, ElidethAbreu, Lualpri, Classman
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.