En el sueño en que vivimos, puedo llamarte mía,
puedo aproximarte a mí, llenarme de ti,
beber de tus labios para hallar la embriaguez y el frenesí,
romper tus vestiduras para ver la luz
y dormir entre lo sagrado de tus senos que me envuelven,
cubriéndome de la miel de tus besos, a tu costado,
introduciéndome en la humareda de tu vientre,
para que mi pasión en medio de tu canto se entierre
y así poder poseerte, para trocarte en paroxismo y delirio,
para que seas sólo mía y sólo mía sea tu boca
y yo en esclavitud quede en la prisión de tus brazos,
sea un siervo que fielmente propicie tu deleites
y así juntos forjaremos al hilo que irrompiblemente
nos atará a los dos, para ser tú la más feliz de la mujeres.
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Autor:
GDA (
Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2025 a las 16:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Hugo Emilio Ocanto, ElidethAbreu
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