Te Buscare

En el bullicio de ayer, en un abrir y cerrar de ojos,

mi corazón se rindió. Una sola mirada tuya bastó para cautivar mi alma.

Entre el mar de rostros desconocidos, mis ojos te encontraron,

y en ese instante supe que eras tú.

Entre la multitud, brillabas con una luz inigualable.

Un impulso irrefrenable me llevó a correr hacia ti,

a cerrar la distancia que nos separaba.

Anhelaba alcanzarte,

expresar la vorágine de emociones que tu presencia había despertado en mí.

Pero el destino, caprichoso y cruel, tenía otros planes.

Cuando llegué al lugar donde te habías encontrado,

ya te habías ido, desvanecida como un espejismo.

Desesperado, comencé a describir tu imagen angelical a los que me rodeaban,

con la esperanza de que alguien pudiera guiarme hacia ti.

Pero mis palabras solo encontraron burlas y escepticismo.

"Los ángeles no caminan entre los mortales",

se mofaban, sus risas resonando en mis oídos como una sentencia cruel.

¿Acaso había sido todo una ilusión?

¿Una creación de mi mente, un producto de mi anhelo?

¿O eras tú, real y tangible,

un ser celestial que había descendido a la tierra para tocar mi vida fugazmente?

La incertidumbre me atormenta,

la duda me carcome.

¿Estoy perdiendo la razón,

o es simplemente el abismo de tu ausencia lo que me hace tambalear?

Pero no me rendiré.

Aunque el mundo se burle y la razón me cuestione,

seguiré buscándote. En cada rostro,

en cada rincón, buscaré un atisbo de tu ser etéreo.

No descansaré hasta encontrarte de nuevo,

hasta que mis ojos vuelvan a posarse en los tuyos y

mi corazón encuentre la paz que solo tu presencia puede brindar.

Y si al final todo resulta ser un sueño,

una quimera, al menos habré vivido amando,

habré conocido la dulce agonía de un amor que trasciende los límites de lo terrenal.

Y en cada latido de mi corazón, en cada suspiro de mi alma,

llevaré tu recuerdo, la huella imborrable de un encuentro que cambió mi vida para siempre.