Te fuiste dejando un eco frío,
un susurro roto en la habitación,
caminé entre sombras y vacíos,
remendando a mano el corazón.
Te lloré en noches sin estrellas,
te olvidé con fuego y con alcohol,
y cuando ya no ardían mis huellas,
volviste, como un viejo error.
Dijiste mi nombre con voz temblorosa,
como si aún te doliera el ayer,
pero en tu mirada, oscura y borrosa,
supe que nunca aprendiste a perder.
Y aquí estoy, con el alma en pedazos,
que creí juntar, que creí curar,
pero un beso tuyo, un roce en mis brazos,
y vuelvo a caer, sin poderme salvar.
Es tarde, lo sé, demasiado tarde,
pero mi tonto corazón traidor,
aún te espera, aún te arde,
como si no conociera el dolor.
-
Autor:
El poeta de media noche (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2025 a las 04:19
- Comentario del autor sobre el poema: Pensamos que la ausencia de esa persona nos hará olvidarla, pero muchas veces no es así
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.