Dunia, mi amor, tus heridas conozco,
y sé que el dolor a veces es rocoso.
Pero en mi hombro, un refugio hallarás,
donde el silencio tus lágrimas calmará.
Tu alma, un paisaje de sombras y luces,
donde la tristeza a veces nos seduce.
No temas, mi Dunia, pues te entiendo bien,
y en mis brazos, tu paz también tendré.
Dunia, mi amor, tu alma es un jardín,
donde las flores luchan por su fin.
No temas la helada que el dolor trajo,
pues mi amor es sol que tu ser ha salvado.
No llores, Dunia, si el pasado pesa,
pues en mis manos tu fuerza regresa.
La vida, a veces, nos muestra su crueldad,
pero juntos hallaremos la claridad.
Dunia, mi niña, ya no has de escapar,
pues en mis brazos tu hogar has de hallar.
Juntos haremos un camino real,
donde tu alma encuentre su lugar.
Mi casa es tuya, Dunia, y tu alma mi hogar,
donde la rutina juntos hemos de llevar.
Mis silencios y tus sueños, un pacto sin fin,
y nuestras almas, en un mismo confín.
Tus manos, Dunia, cansadas quizás,
pues mi amor las toma y las deja en paz.
No hay promesas, solo un abrazo fiel,
que en cada encuentro te hará sentir bien.
Dunia, te digo: "aquí estoy", "te acepto" hoy,
palabras que en mi alma eco tendrán.
La noche nos mira, testigo del andar,
y hasta el viento siente nuestro palpitar.
Dunia, conmigo, camina sin temor,
pues juntos enfrentamos cualquier dolor.
Tus pies, cansados, juntos andarán,
y en cada paso, la vida nos guiará.
Te amo, Dunia, con tu luz y tu sombra,
pues en tu alma encuentro una historia asombrosa.
No hay perfección, solo un amor sin igual,
que en cada abrazo te hará sentir real.
Ven a mis brazos, Dunia, y encuentra el sosiego,
pues en mi pecho tu alma encuentra un juego.
Los árboles nos miran, testigos del ayer,
que en cada noche nos deja un amanecer.
Tu caricia, Dunia, jamás se olvidará,
pues en mis manos siempre resonará.
Te acepto hoy y siempre, con piedad y razón,
y en cada beso, tu alma encuentra un son.
Mi corazón, Dunia, contigo ha de latir,
pues en tu alma encontré mi existir.
Juntos, sin máscaras, nuestro amor crecerá,
y en cada latido, la vida nos dará.
Juntos tejemos, Dunia, un futuro común,
donde cada paso sea un nuevo runrún.
Los días nos miran, testigos del vivir,
y en cada sonrisa, un nuevo porvenir.
No hay dolor, Dunia, que juntos no enfrentemos,
pues en tus ojos mi fuerza obtenemos.
Juntos, reales y humanos, hemos de andar,
y en cada paso, la vida nos dará.
En mis brazos, Dunia, la noche es real,
donde la nostalgia a veces suele estar.
Solo amor y calma, en este rincón,
donde nuestras almas encuentran su son.
Juntos andaremos, pasos de fe y razón,
hacia un futuro donde hay aceptación.
En cada paso, la vida nos mostrará,
que nuestro amor, real florecerá.
El cambio de "loba" a "niña" suaviza la imagen y puede evocar una sensación de vulnerabilidad y ternura, manteniendo la esencia del poema.
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Autor:
Edgardo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2025 a las 08:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 1
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