Suiza, luz del universo IV Llegar al cielo sin salir de Suiza

Suiza, luz del universo IV 

"Llegar al cielo sin salir de Suiza"

Una vez, a la edad de 46 años, me pregunté: ¿Dios, será que me iré al cielo sin estar en Suiza? 

Días más tarde, Dios me envió unas señales que las descifré desde mi alma al conjugarse diversas circunstancias. Era Diputado por ante la Asamblea Nacional de Venezuela y fui nombrado   Presidente del Grupo Binacional Venezuela-Suiza, desde donde emprendí una agenda y una labor institucional con su embajada y el propio parlamento. El itinerario me permitió abrir lazos hasta darse la posibilidad del viaje soñado de la mano de Dios. 

Me correspondió organizar encuentros con el Embajador de Suiza en Venezuela, Excelentísimo Pierre Monod, Presidente de la Asamblea Nacional, Willians Lara, Gobernador del estado Yaracuy, Eduardo Lapi, y empezamos a trabajar una alianza estratégica internacional.

Fue una útil relación la que pudimos fundar, coronada con una invitación de su gobierno, Presencia Suiza, órgano del Departamento Federal de Asuntos Exteriores, a visitar sus condados y a conocer sus bondades, del 26 de enero al 04 de febrero de 2002.

A tal efecto, a finales de Enero de 2002, viajamos a Suiza, diputados y periodistas venezolanos, con integrantes de la Embajada de Suiza en nuestro país. Partimos del Aeropuerto Internacional de Maiquetía, con escala en Paris, Francia. Luego llegamos, en un invierno inolvidable, a la Ginebra amada.

Nos hospedamos en el Noga Hilton, frente al mágico Lago Lemán. Fue un sueño de niño que ya adulto se hacía realidad.

Luego de cumplir una intensa agenda en la imponente Ginebra, estuvimos haciendo lo propio en varios condados y ciudades, a saber, Basilea, Lausana, Berna, Lucerna, Zúrich, Adeldoben, Interlaken y Jundfraujoch, alojándonos, también, en los hoteles: Royal Savoy, Berna, Luzerm Palace, Regina, Gran Victoria Jungfrau y Sofitel. Inolvidable ruta de trabajo, turismo, llena de óptimas experiencias con autoridades, organizaciones internacionales, empresarios, asociaciones civiles y representantes de los medios de comunicación, instancias que se detallan a continuación:
Organización Internacional del Trabajo, Museo Nacional de Suiza, Cruz Roja Internacional, Castillo Histórico de Prangins, Gran Teatro de Ópera, Muro de la Bastions, Campus Zentrum, donde Albert Einstein estudió; Plaza des Armes, Teatro de Grutti, Asamblea Nacional de Diputados, Asociación de Venezolanos en Suiza (AVES), Palacio Federal de Berna, Reunión con el Vicepresidente, Pascal Couchepin, Empresarios y Alcaldes.

Estuvimos en la Victorinox, Raymod Weil S.A., Pays de Grúyere,  el Centro de Investigación Nestlé, Crédit Suisse, el Campus Zentrum y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich. Visitamos a famosos e inolvidables restaurantes: Castillo de Pragins, des Armures, Lorenzini y  el Giratorio Jundfraujoch.

Cuando estuvimos en Adeldoben la magia, el surrealismo, el realismo, el romanticismo, las fabulas, los cuentos de hadas, los recuerdos y la historia tramaron una inolvidable circunstancia. La leyenda de Guillermo Tell, la tierna figura de Heide,  su abuelito: Hermán Hessen, el paseo a carreta cobijados con mantas de piel de osos, la gastronomía, el sol ausente y de vacaciones, la luna mirando de cerca, la montaña nevada, el recuerdo familiar, el vino, el escocés, el compartir, la calidad humana del ciudadano suizo y el trineo, deslizándonos por la nieve y el hielo de los Alpes, convirtieron esos momentos en un encuentro con Dios.

Suiza es como una orquesta muy bien afinada, en donde cada instrumento  es un condado, que en su conjunto propician el concierto que serenatea a quienen viven en su seno y a quienes tienen el privilegio de conocerla. 

La verdad es que estuvimos en el cielo sin salir de las entrañas de Suiza, las que irradiaban la luz de Dios, a través de la fe y de la obra del hombre, plasmada en sus predios y estaciones de amor, trabajo y bienestar. 

Rafael Parra Barrios.