Cada día, cuando el sol madruga,
mi sombra despierta, y me reta a un duelo.
Nos sentamos frente a frente,
como dos viejos filósofos de taberna,
y deshojamos el tiempo
en un combate sin sangre.
¿Es la vida un juego de dados? Le pregunto.
No, responde, la vida es un naipe marcado,
y en cada esquina aguarda el crupier de la muerte
con su sonrisa de esqueleto paciente.
¿Y la felicidad?
La felicidad es un tren que nunca para,
se burla mi sombra,
y yo le lanzo una carcajada rota:
La felicidad es un mendigo en la calle
al que todos miran, pero nadie ve.
La tristeza es un perro que siempre vuelve,
la generosidad, un prestidigitador sin público,
la esperanza, un clavo oxidado
que sostiene un cuadro torcido.
Hablamos hasta que alguna nube inesperada,
la convierte en un fantasma,
mi sombra dormita en el cuarto de lo invisible
con una mueca de burla.
Mañana volveremos a discutir, susurra.
¿Mañana…? le contesto,
pero sé que mañana
será igual que hoy.
José Antonio Artés
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Autor:
José Antonio Artés (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de marzo de 2025 a las 17:24
- Categoría: Fantástico
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, Sierdi, JAGC, Martha patricia B, EmilianoDR, ElidethAbreu, Alexandra l, Ricardo C., Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
Está en la categoría de fantástico, pero el poema es realmente fantástico, buen fin de semana.
Pilar muchas gracias por tu comentario.Saludos
Grandes preguntas y respuestas apropiadas.
Gracias poeta y amigo José Antonio.
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