Ángeles

Enrique Fl. Chaidez

Los dioses del alba dejan

un lloro vinoso al mar 

y un murmullo de palomas

sin altar.

 

Los grandes derraman canto

en las barcas de las nubes,

y la lluvia anclada al llanto

se confunde.

 

Van en alas de presteza

entre el sueño y la ciudad;

todo en su mirada expresa

dignidad.

 

No se conoce su rostro

mas que un reflejo en el Sol;

su dulce huella en el polvo

es amor.

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Comentarios +

Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    Hermosas y geniales tus gratificantes estrofas estimado poeta y amigo Enrique
    Saludos de tu amigo Críspulo
    El Hombre de la Rosa

    • Enrique Fl. Chaidez

      Gracias, amigo Críspulo, por tan generoso comentario a mis humildes letras.
      Saludos siempre.



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