TÚ,QUE ESTÁS EN TODAS LAS COSAS.

TÚ, QUE ESTÁS EN TODAS LAS COSAS./prosa poética/
Cae lentamente la noche y el paisaje se llena de honda melancolía, la luz vencida hace más grande el silencio, más dolorosa, la tristeza, más desesperante, el recuerdo, la soledad que hoy me envuelve, se apodera de mi vida, triste campo de derrotas y naufragios; allá lejos, grandes sombras poliformes semejaban una reunión de fantasmas danzando su ronda de muerte, cerca, en el jardín multicolor, y en divino contraste, dos cardenales sellaban con beso su pacto de amor.
Es en esta hora en que todo se llena de melancolía y se diluye en el alma tu recuerdo, que queda en los labios el sabor de ese último beso, del beso asesino, deseoso de tu desnudez, cuando loca temblabas en mis brazos, y el placer te llenaba y yo me agigantaba ante la inmensidad del deseo, y eran tus besos una gran copa de sexualidad y mis manos curiosas y voraces buscaban en tu blusa el rosado de tus botones erectos y al contacto de tu sexo, una oleada de calor inundaba mi cerebro, sintiéndome desvanecer, y al escuchar tu promesa de ser mía crecía mi deseo, crecía con locura ante tu beso mortal, y tú labios estremecidos de gozo, llenaban la noche con tus gritos de lujuria y placer. Así nos hundimos los dos en la misma muerte. 
Ha pasado el tiempo, pero aún hoy el ensueño se torna doloroso, y el corazón se estremece a la remembranza de tu amor; solo en mi dolor, evoco tu imagen de hermosura melancólica, como un poema triste. Y cierro mis ojos como queriendo aprisionar tu figura errátil envuelta en un vapor azuloso” te quiero” pareces decir rompiendo el silencio y un cántico de alegría llega hasta lo profundo del alma disipando de momento las nubes de aflicción. Así permanecí absorto, como lleno aún de tu vaga presencia, mirando esa sombra desaparecida hacia el infinito. Después… todo se disipó, el licor amargo del silencio volvió a llenar mi copa, la visión llegó a su fin, las puertas de la ilusión se cerraron, y de nuevo sentí el dolor, Y quise morir, morir, sí, si es que es posible morir cuando uno desea, y es que no se muere de amor, se muere de no tener su amor, es cuando sentimos su olvido que dejamos de vivir, es cuando el amor muere que el alma no quiere existir…
El hombre es prisionero de su pasado…
A lo lejos una ave canta, y su canto es un sollozo, un sollozo de dolor que llena la noche, y en el seno del silencio, un silencio de muerte, vuelvo a escuchar tu voz, y todo el paisaje se llena de tristeza, la marea creciente de su melancolía inunda mi corazón, Triste destino de alguien que no logró olvidarte. En mi delirio te veo en todas partes, en la rosa que se abre suavemente, en la pálida penumbra del jardín, en el alma de los nardos que perfumando están el aire, en los cielos tan llenos de misterios, donde brillan los astros, en los campos taciturnos, en los montes pensativos, siempre estás tú, tú resides en el alma misteriosa de las cosas.
Canta el mar sobre las costas y en sus vastas soledades, siempre estás tú, y estás en el bosque lleno de penumbras, bajo el ala de la oscura noche, cómo una mariposa que en su volar deja un “te quiero”
KIN MEJÍA OSPINA,