El manto de la noche es el arrobo que nos queda,
Atrás, en la estación, quedaron los hijos,
Nuestras primeras cerezas,
Y más atrás, la primera sangre, el rubor,
la carne trémula.
Ahora, me das la espalda por ver si consigo atraparte, y, aunque los huesos regalen alfileres punzantes,
Como el cerezo sin hijos, presiento las flores
Abundantes.
Y aunque de nuestros diccionarios hayan borrado la palabra: mañana.
Aún así,
Quiero que sigas siendo la parte más musical de mis ramas,
Mi canto,
Mi vuelo,
Mi sábana.
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Autor:
Paris Joel (
Online)
- Publicado: 9 de marzo de 2025 a las 20:14
- Categoría: Amor
- Lecturas: 19
- Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, Tommy Duque, Melissa 94, Alfonso J Paredes, JAGC, Ricardo C., El Hombre de la Rosa, alicia perez hernandez, pasaba
Comentarios1
La belleza de tus estrofas alumbran tus verso estimado poeta y fiel amigo París Joel
Un abrazo de tu amigo Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
Gracias amigo Críspulo! Abrazo inmenso desde Galicia. 🩵🤍🩵
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