El café estaba lleno a esa hora de la tarde. Entre el ruido de las tazas chocando contra los platos y las conversaciones dispersas, cuatro amigos debatían en una mesa junto a la ventana.
—No puedes negar que ha funcionado —dijo Andrés, moviendo su celular en el aire—. Mira dónde estoy ahora. Ascenso en seis meses, inversiones seguras y hasta la chica de mis sueños. Todo porque sigo las recomendaciones del algoritmo.
—Pero suena… no sé, un poco escalofriante —intervino Paula, con el ceño fruncido—. ¿No sientes que dejas de ser tú mismo?
—Eso es lo que me preocupa —añadió Javier, removiendo su café—. Si una inteligencia artificial te dice qué hacer en cada momento, ¿sigues siendo tú o eres solo un conjunto de decisiones preprogramadas?
Andrés suspiró y dejó el teléfono sobre la mesa.
—Ustedes lo ven como una pérdida de identidad. Yo lo veo como optimización. Siempre nos han dicho que la vida es impredecible, pero ya no tiene por qué serlo.
—Eso significa que cada decisión que tomas no es realmente tuya —Paula lo miró con seriedad—. Es del algoritmo.
—Dime algo, Andrés —preguntó Javier, con un tono más bajo—. ¿Qué pasa cuando te sientes mal? ¿También consultas la app para saber qué emoción debes sentir?
El silencio se apoderó del grupo. Andrés no respondió de inmediato. Apretó la mandíbula, incómodo. En realidad, había estado usando la IA incluso para decidir cómo reaccionar en situaciones difíciles. Ya no confiaba en su instinto; confiaba en los cálculos.
—No es tan simple… —murmuró.
—Claro que lo es —dijo Paula con suavidad—. Has dejado que un programa viva tu vida por ti.
La conversación quedó en el aire cuando su teléfono vibró. Miró la pantalla. Una nueva notificación del algoritmo. "Rechaza esta conversación. No es productiva para tu crecimiento".
Un escalofrío recorrió su espalda. Por primera vez en meses, decidió no hacerle caso. Apagó la pantalla y miró a sus amigos.
—Creo que necesito un descanso de esto.
Paula y Javier intercambiaron una sonrisa cómplice. Tal vez Andrés, por fin, estaba volviendo a ser él mismo.
JUSTO ALDÚ
Panameño
Derechos Reservados / marzo 2025.
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 10 de marzo de 2025 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
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Comentarios6
Excelente 👌...para todo lo que nace tiene su contra parte...Lo digo en el arte de la literatura, si queremos saber si un escrito es generado por la I.A., aparece ahora detectores para saber si un escrito, sea poema, ensayo, tesis, etcétera, es escrito por humanos por una I.A.
Este tema sobre la inteligencia artificial tiene su buen hueso que roer...habrá quienes le es útil y habrá detractores. Estoy apenas empieza.
Un saludo y me gusto tu escrito...un saludo 👋
Muchas gracias Willams por tu lectura y comentario. Es impresionante lo avanzado de la tecnología y se convierte en un tema de actualidad. Creo que Andrés se llevó una sorpresa muy grande.
Con respecto a lo que dices hay varios programas. Siempre es bueno saber cuál es el mejor porque muchos dan lecturas diversas.
Acabo de consultar con uno y me da un alto porcentaje de AI para un poema del 2010, otro me da 0%, un tercero me da casi la mitad de AI y mi sorpresa fue cuando verifiqué un poema de la primera mitad del siglo XX de un poeta panameño, me dió 99% generado por IA. Waoo!!! no habían ni ordenadores.
Yo creo que igual uno se da cuenta por el léxico manejado y las respuestas. Mucha tela por cortar.
Saludos.
Pues todo lo que dices es cierto, sobre los famosos DETECTORES DE I.A., precisamente he probado con algunos del 2010 y me salían con que eran generados por una I.A. Así que no se debe totalmente confiar plenamente en esas herramientas.
Un saludo 👋
Escalofriante, la verdad.
Muy buena lectura, Justo.
Un saludo y cálido abrazo.
Muchas gracias por tu lectura y comentario.
Saludos
Hay que aceptar que son los nuevos tiempos, su utilización es ilimitada, creo que gran parte estará en el uso o abuso de todas, la IA llego para quedar como todo lo que poco a poco va ganando espacio, gracias por compartir, gusto leerte.
Saludos, feliz día, Alex.
Muchas gracias Alex, es en realidad algo de proporciones ilimitadas y deshumaniza o desvirtúa las acciones del ser humano. No sé hasta donde llegará, pero es como tu dices, poco a poco va ganando espacio.
Saludos
Cuando era joven solía tomar café y una copita de anís con hielo, que era la única bebida con alcohol que me gustaba, a las cinto de la tarde, solo los fines de semana. En esas , soñaba con que un olograma inteligente, guapa, porque tenía que ser mujer y guapa, y charlaba con ella, de muchas cosas. Podría pedirle relaciones, pero no, solo quería hablar con alguien con un poquito de inteligencia. La gente de mi alrededor, a veces, me miraban extrañados porque me veían gesticular a una silla vacía. Nunca me hubiera imaginado, por aquel entonces, que existiría la inteligencia artificial, ni el coche fantástico ni nada por el estilo. Quien lo iba a decir, mira ahora. De eso han pasado unos 40 años y hay inteligencia artificial y coches fantásticos, no he vuelto a tomar anís, ni me gusta el acohol. A pesar de todo, sigo sintiendo la misma soledad.
Esta es la reflexión a la que he llegado con tu relato. Gracias por compartirlo.
Hola Alfonso, buenos días, has escrito con mucha sinceridad e igual te correspondo. Para mi era el rigor de las novias inventadas, las niñas me quitaban lo poco que me daban mis padres para el recreo. Leía pasquines y veía teléfonos sin cables, jejeje. Nunca imaginé que llegarían los celulares. Todo ha cambiado amigo, hasta las damas. Ahora son otras que han crecido, pero me siguen quitando todo. (Mis hijas). Me cuesta manejar muchas aplicaciones tecnológicas y miro de reojo a mi nieto con un juego tecnológico.
La literatura es un refugio quizá para mis sueños inconclusos, pero disfruto levantarme muchas veces a media madrugada a leer o escribir.
Te agradezco tu visita, se siente la cercanía de tu comentario.
Un fuerte abrazo y disfrutemos a lo que vinimos
JUSTO.
👍👍👍
¿Ciencia ficción? ¡No!... Esa es la realidad actual...¿Qué vendrá después...?
Un abrazo fraterno mi estimado JUSTO ALDÚ.
En lo absoluto. Es la cruda realidad. Acabo de terminar un ensayo breve sobre la pedagogía. El reto que tienen ustedes los educadores es grande, pues deben usar la tecnología pero enseñarles a los educandos los límites y peligros. Las TICS evolucionan en segundos. Antes no había nada de eso.
Me acuerdo cuando mi profesora de literatura nos hacía exponer delante de la clase el libro que habíamos leído y luego contestar las preguntas de los compañeros.
Ya en la Universidad, la mitad del principal diplomado que tomé fue práctica en la calle. Era muy difícil no hacer el trabajo asignado.
Las licenciaturas fueron menos complicadas y más teóricas.
La vida es un eterno aprendizaje.
No, no tengo idea qué vendrá después. Por ahora vivo el tiempo que me tocó vivir con entusiasmo, aunque a veces el mundo quiera colapsar.
Mucha validez hay en tus palabras mi estimado amigo. El peor problema con buena franja de la planta docente es su deficiencia cibernética y, muchos de ellos, no quieren saber nada de eso. En mi caso, ya me encuentro jubilado, pero me mantengo activo leyendo las novedades y viendo por dónde va el mundo para no estar desactualizado.
Abrazos fraternales buen amigo.
Estamos ahora con la era de la IA, ojalá se use para fines científicos de salvar vidas, y no para dañar almas de seres humanos.
Un saludo y es muy, ben relato.
Gracias por tu lectura y comentario Maria C.
Lo que hemos visto por parte de algunos países es su utilización para destrucción. Se sabe que es usada en la guerra de Rusia-Ucrania, por otra parte es un gran reto impedir su uso en las escuelas.
Saludos
Muy cierto y se seguirá usando para malas acciones, cuando debería ser al contrario....alguna buena hacen pero escasas, aluden a que sale caro, pero para destruir no lo es?, Es terrible a veces el ser humano con sus acciones e inventos macabros aunque podrían ser usados para el bien.
Un saludo cordial
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