El aroma del guisado,
que en tu cocina surgía,
aún me sirve de guía,
como un tesoro guardado.
Tu sazón, tan delicado,
con amor, dedicación;
era pura inspiración,
un manjar que no se olvida,
pues en cuchara se anida
el sabor... y el corazón.
No hay condimento ni ciencia
que iguale tu amable postre,
tu cocina era un amostre,
como arte suave en paciencia.
Aún guardo en mi conciencia
tus tortillas de maíz;
juegos verdes de raíz
que endulzaban mi niñez.
¡Ay, abuela! en tu vejez
me soplabas la nariz.
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Autor:
luccass (
Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2025 a las 03:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Santiago R.SEVEN., Alfonso J Paredes, JAGC, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Carlos Armijo Rosas...✒️, El Hombre de la Rosa
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