Desangelio

Lambdasan

Recuerdo oír palomas descender como halcones

en las viejas columnas de la tierra del sueño,

y ver mil pesadillas arder en corazones 

que usaron los falsarios para esparcir desdeño.

 

Las dunas del desierto no cubren los horrores,

las voces en la arena no se van con el viento,

las masas desterradas nos tienen por deudores 

mientras ríe el cetrero del negocio sangriento.

 

Bajo el crisol de muerte que se agita en el mundo

luchan heridos osos,leones, rochos y alces,

el arca diluviana se ahoga en lo profundo 

con animales mansos al borde de las falces.

 

¡Despierta ahora,toro, no sigas su camino,

saca las banderillas y cambia tu destino!

 

A Miguel Hernández

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