La tarde que granizo

Tu novia eterna

Trono el cielo esa tarde como si entendiera mi estado emocional,

La ira y el enojo se ilustran en mis ojos, rojos de furia,

Con el corazón a flor de loto,

Enojada porque debo encerrarme una vez más,

De blanco granizo se pintó el césped del patio,

Así como de melancólica melodía se inundó mi espacio,

Charcos de agua, charcos de ironía,

Con los cielos enojados yo me entendía,

Podía llover toda la tarde, incluso varios días,

Y no me quejaría por la rabia que me invadía,

Deseaba tirarme en el suelo, que me cayera un rayo encima,

Deseaba destrozar cada girasol del ramo precioso y dejar que lo consuma el fuego,

Pero mi amor por las flores no me permitiría hacer eso,

Que afán de destruir todos mis recuerdos,

Que como luz viaja por el viento visualizando gris mi propio cielo,

Manipulada he sido, vacía me encuentro,

Muy inteligente soy como para no darme en cuenta de lo que está sucediendo,

Forzada fui y furiosa estoy,

No me deje esta vez, pero me da rabia lo que recuerdo,

Porque de ser mi hija o amiga, yo no permitiría esto,

Soy juguete de trapo, como muñequita celeste, no me defiendo,

Buscando salvar a todo el mundo de su miserable infierno,

Ya fue, ya paso, ¿pero porque me duele esto?,

Capaz y si fuera mi propia madre, jalaría de mis propias greñas

Volviendo al pasado y jamás conocerlo. 

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