Femme et chatte
Paul Verlaine
Elle jouait avec sa chatte,
Et c’était merveille de voir
La main blanche et la blanche patte
S’ébattre dans l’ombre du soir.
Elle cachait – la scélérate ! –
Sous ces mitaines de fil noir
Ses meurtriers ongles d’agate,
Coupants et clairs comme un rasoir.
L’autre aussi faisait la sucrée
Et rentrait sa griffe acérée,
Mais le diable n’y perdait rien…
Et dans le boudoir où, sonore,
Tintait son rire aérien,
Brillaient quatre points de phosphore.
Comienza suavemente a mecerte
envolviendo tu ser en una nube tenue
y paulatinamente va deteniéndote
en un eterno presente,
incapaz de salir del laberinto,
penumbra de una tarde tórrida
de domingo en verano,
solo con ningún pensamiento,
no se atraviesan recuerdos,
no hay porvenir,
es el HASTÍO
incrustándose en medio de ti,
nada tiene sentido,
no lo puede tener,
no es,
ni nirvana
ni práctica tibetana
de ausentarte del mundo,
simplemente es aburrimiento del existir,
la repetición del tic-tac
sin detenerse,
estático en ese vacío de ti.
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