Oscuridades Y Melaza

Oscuridad y Melaza

—Tus besos saben a oscuridad y melaza,
un sopor azucarado que embriaga la razón,
y me deja perdida entre lo prohibido y lo deseado.

—¿Y si todo fuera solo un juego,
donde la miel se disfraza,
y la sombra, amante furtivo,
se esconde tras su careta?

—Ese vaivén que acaricia la condena,
las promesas, relojes cuyas manecillas se detienen,
y el deseo, una farsa meticulosamente orquestada,
un glamor que resuena en cada rincón.

—No me culpes si el teatro arde,
si las tormentas calan los sesos,
y mis caderas tejen caminos
que desafían todo sentido,
llevándonos más allá de lo que conocemos.

—No te culpo... solo nombro la batalla,
porque aún en la derrota, mis labios buscarán las ruinas de tu ego,
y en la desolación, hallarás mi victoria...
y mi botín.