Recuerdo el beso,
tan lleno de ternura
de aquella tarde.
Era un verano,
tan típico del norte
y nuestras playas.
Unas gaviotas,,
con pasos indolentes,
nos contemplaban.
Y fueron ellas,
testigos de ese beso
con nuestro amor.
Amor sublime
de eterna primavera
en el verano.
Y en esa escena,
hablamos, sin palabras,
y nos amamos.
Hoy, los recuerdos,
acuden al otoño
que ya termina.
Y es que el invierno
avanza inexorable
y nos atrapa.
Es ley de vida,
así debemos verlo
y sonreír.
Porque el amor
vivido y recordado
sigue latente.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/03/25
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Autor:
Pyck05 (
Offline)
- Publicado: 15 de marzo de 2025 a las 04:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: LunaCr, WandaAngel, Alexandra l, Texi, Josué Gutiérrez Jaldin, MISHA lg, alicia perez hernandez, Alfonso J Paredes, EmilianoDR
Comentarios5
Me hiciste recordar el primer beso que me gustó aclarando jaja que de hecho fue el más tierno.
Es bueno recordar.
Siempre un placer visitar tu portal, disfrutar de una grata lectura.
Feliz día, Alex
Divina remenbraza de amor poeta
son bellas tus letras
gracias por compartir
Unas gaviotas,,
con pasos indolentes,
nos contemplaban.
Y fueron ellas,
testigos de ese beso
con nuestro amor.
Amor sublime
de eterna primavera
en el verano.
besos besos
MISHA
lg
Perfectos tercetos poeta Rafael.
Abrazos y gracias.
Gracias Luna, Alex, Misha y Elideth, por vuestros comentarios.
Un abrazo y feliz domingo.
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