LA POESIA COMO PIEDRA DE SACRIFICIO

EL QUETZAL EN VUELO



Flor de mis letras, hoja en blanco que espera el recorrido de muchas noches y tardes. A veces entre copas, otras con amigos y siempre teniendo por testigos, una canción originaria, nacida del impacto emocional de tu figura grabada en una imagen, semejante a la más bella pintura, con rasgos particulares trazada por la nostalgia de su poesía cautiva.

 

La larga espera de un tejido de sueños, en la danza de tus ilusiones, tiene su principio en el encuentro. Tu solitario caminar entre sueños no realizado, la insatisfacción de voltear al cielo y no encontrar aun la luz de la estrella que esperabas. Fue la que hizo posible el encuentro entre tu tinta y mi hoja, entre tus sueños y mi deseo; poco a poco fue naciendo.

 

 Cuando escribes, es como si tu alma se viera en un espejo y reflejara la tristeza escondida de algunas letras que cada mañana, se encuentran con mi espera, con mi desasosiego y la respuesta del corazón, está, en cada rastro de tinta de mi corazón, que aparecen otro día en tu portal, como una flor nueva en el jardín literario. Como margarita que no se deshoja

 

Recuerdo cuando alguien dijo; si se está enamorado, hasta un acertijo puede ser un poema de amor, un trabalenguas quizá. Cuando el que lo escribe, tiene algo que mostrar, dar a luz la palabra, es un inicio. siempre que un rio de tinta busca su cause en una hoja, una servilleta o simplemente en la tarde, nace la poesía y crea la noche, como nicho de sueños.

 

La noche siempre inquieta mis letras, MI guitarra despierta después de la media semana y ansiosa corre, tras la pantalla, buscando el informe de tus noches, que al igual que tu rostro, aparecerán maquilladas ante un poema, que todo mundo espera con diferente expectativa. Yo, espero junto a mi perro, la guitarra y mi rito   matutino de haraquiri de esta historia

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO

 

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