Conejillo

Loresita

Antes la noche me causaba desvelo,

buscando entre la luna aquel conejillo, 

viendo si quizás a su saltos me llevaba,

pensaba en vivir de su luz,

ser dueño de la noche,

guiar los sueños de otros corazones.

 

Ahora le contemplo, desde unos brazos

desde el manso calor de un cuerpo 

acurrucado, entrelazados.

 

Ahora el conejillo, me burla juguetón

susurra secretitos que le dicen los niños,

duerme un poco más,

ahora yace, en consuelo,

sin miedos.

 

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