LO QUE CONTIGO APRENDÍ

Contigo aprendí que la vida es un grito,

un soplo impetuoso, un latido feroz,

que el mundo era un pálido lienzo marchito

hasta que tu risa le dio su color.

Aprendí que el alba no es solo costumbre,

que el aire es más puro si viene de ti,

que el roce más tenue desnuda la cumbre

del alma que nunca se atrevió a vivir.

Contigo aprendí que en la luna hay caminos,

secretos, abismos, fulgores de sol,

que el tiempo es un barco sin rumbo y sin trino

si no es en tus brazos que encuentro el timón.

Yo, sombra perdida, sin fe, sin destino,

sin más horizonte que un viejo dolor,

bebí de tu boca el más dulce delirio,

y en cada palabra renació mi voz.

Contigo aprendí que la muerte es solo un cuento,

que el miedo se quiebra con solo existir,

que un beso tuyo vale más que el tiempo,

y que amar es todo… si es junto a ti.