ALBA SALVAJE

Hernán Mejía Silva

Los sonidos del aura tiñeron el cielo,

dando nuevos matices al desvelo,

suspiros intoxicantes,

sueños distantes.

 

Respira, el día respira,

con trinos de vida,

mientras la doble luna gira,

y el sol hace su salida.

 

El aire de la mañana congela mis pies,

se distingue por su cielo al revés,

entonando su música de madrugada,

entre filamentos de vida olvidada.

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