Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Con el frío escarchando tus rosadas comisuras
y una redonda manzana escarlata equilibrada sobre tu coroniya;
con tu salvaje melena negra de amazona lúbrica
ondeando delicadamente, armándose de enredos mientras briyan
las estreyas y la Luna para invocar tu locura;
con esa amplia sonrisa posada encima de unas hojas marchitas,
con esa beyeza diurna que hace a la noche más lúcida
y eclipsando su silencio al relatarme tus eróticas fantasías,
esculpiendo ensueños jeroglíficos en los vacíos de tu aura
imagina que el alma de la poesía te encarna y bailas
sin música, nada además del ligero repiqueteo de la yuvia
contra tu piel blanca cual sábana fantasmal ya húmeda;
imagina que la única certeza que te queda por probar
es la curvatura sensual de un agua metafórica;
la veracidad que impregna cada gesto en su danza
qué te inspira a ti que eres sibila en la sombra?
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Autor:
Romey (
Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2025 a las 14:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: EmilianoDR, alicia perez hernandez
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