No hay medicina

Fortunato Seijas

Ojalá escucharas el gemido 
De mis cámaras cardiacas
Cuando te vas y la brisa del día
se lleva contigo mis deseos 

la palabra muda que nunca sale
y revolotea en mi diafragma
de tus labios añorando un beso    

estoy maldito y la soledad aclama
vamos; quiero escuchar el grito
de tu tiempo ajeno y mis esperanzas

me gustas y sin embargo es solo una palabra
estudio el arte de la sanación 
pero no hay medicina para esto

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