Un café que humea en la mesa de siempre,
las prisas que pisan las hojas de ayer,
un joven que ríe, un viejo que siente
que el tiempo le pesa pero hay que correr
Suenan las bocinas, la calle despierta,
tacones apuran el paso en la acera,
las voces se cruzan, la música aumenta,
el mundo es un grito que nadie interpreta.
Los niños que corren, el bus que no frena,
el viento que empuja un roto cartel,
las charlas que suben, las puertas que cierran,
el día se agita sin tiempo a perder.
Gritan las calles, rugen los trenes,
las risas estallan, la música arde,
todo es un pulso que rompe paredes,
todo es un canto que nunca se parte.
Un lunes cansado, un viernes con alas,
un beso escondido detrás del andén,
la vida es un baile de idas y vueltas,
y en cada rutina, un nuevo vaivén.
Pero luego… termina. Se apagan las luces,
el ruido se esconde detrás del portal,
la noche se sienta, respira y me envuelve,
y en todo ese espacio me hace descansar
Así va la vida, danzando en extremos,
ruidos que queman, silencios que sanan,
en cada alboroto se esconde un respiro,
en cada rutina, la paz nos llama.
Porque tras la bulla, la calma me abraza,
y al filo del día te vuelvo a encontrar,
mirarte de frente, perderme en tu risa,
colmarte de besos… y luego soñar...
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Autor:
bohemio enamorado del amor que tuvimos (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2025 a las 01:43
- Comentario del autor sobre el poema: El día tiene 24 horas para todos, a algunos nos falta minutos a otros le sobra horas, pero lo importante es que al final haya tiempo para soñar.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: destellopaco, Martellus
Comentarios2
Que bonito, tierno, me he quedado sin palabras
Un deleite para mis ojos y un placer para el alma, poeta.
¡Se le agradece por compartir, bs ns!
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