Mi felicidad con duración se encumbra
sobre las ruinas de los infortunios luego de la catástrofe,
para ser feliz en la reconstrucción
que garantiza en mi alma una estructura con estabilidad,
para permitirme amar sin miedo;
cual hidalgo que sabiendo que su amada:
en la vez aquella que se entregó al amor
de un garbo en su romance y su trova,
y que aun amando a aquel,
por él fue ella injustamente correspondida,
y el hidalgo la ama más, porque ello es muestra
que ella ama por encima de todo y de todos,
que al amar es capaz de arriesgar la vida.
La persona que ama así, enseña,
todo aquello que sabe ha sido para bien,
-que en la entrega incondicional está la dicha en plenitud
y por el bien de la persona que se ama
comparte con ella sin miramientos;
y así, sujetos de la mano a pesar de la distancia,
los amantes uniéndose se complementan
aun si en todo fueran dos polos en oposición.
Por eso sin importar lo mucho o poco...
-si pertenezco a los cuerdos o a los dementes-,
oh mi bien, me has amado,
sin reparar edad, distancia, circunstancias,
ni heredad, en la inmensidad del tiempo,
-sin pedirte nada todo me lo has dado
y... nos amaremos hasta el final de los días,
más allá de la eternidad de la vida
porque así lo quiso nuestro designio... la inmensidad,
-permitiendo que seamos uno, dejando de ser dos-
-
Autor:
GDA (
Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2025 a las 18:50
- Categoría: Amor
- Lecturas: 3
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