En la senda del alba, mi moto avanzaba,
cuando un aroma dulce mi ser despertaba.
Una dama de ensueño, en su veloz andar,
con pollera blanca, como nube en el mar.
Sus pasos de seda en la brisa danzan,
zapatos negros brillan, mientras el tiempo avanza.
Un casco blanco, estrella en el cielo,
su perfume embriagante, un mágico anhelo.
A medida que se aleja, el corazón suspira,
latidos acelerados, la pasión se inspira.
Aunque el destino nos separe en su vuelo,
quedé rendido a sus pies, en este anhelo.
Oh, dama fugaz, que en mi mente habitas,
en el eco del viento, tu risa se invita.
Nunca más te veré, pero en mi poesía,
tu esencia perdura, cual eterna melodía.
-
Autor:
Maxi (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2025 a las 00:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.