Los cristales entrecerraron el corazón ingenuo.
Los mándalas guiaban las sombras,
aquellas creencias inexactas de la anfibia luz.
Todo presagio huyó de las manos.
los amaneceres tejieron sombras
Escapo la melancolía
Todo ocaso fue mejor al medio día.
Nunca los caimanes encendieron piedras
Las piernas truncadas no conocieron metas,
fueron desiertos, por estrellas.
los libros enjuagaban notas en arenas calizas
masticando el polvo de las botas.
La sal cala la piel, el pueblo llora,
solo el armiño tiene rocío en su frente.
El manda mas tiñe su frente con vinagre
almidonado con el parlante ajeno.
Marchita el llano, la perla nocturna,
una lágrima ilumina.
Noche, viento.
sequedad, susurro,
olvido de un mañana continuo en la hoguera
- Autor: aimara ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2010 a las 04:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: ROGER LUNA
Comentarios6
LETRAS LLENAS PRESENCIA Y DE DE INIGUALABLES METAFORAS LAS CUALES LE DAN AUN MUCHO MAS SENTIDO A ESAS TUS LETRAS
SALUDOS UN PLACER HABERTE LEIDO
Gracias:)
holas te veo denuevo =) eso es bueno ^^ besos la distancia 😀
Muchas gracias mi niño 🙂
aplauso!
🙂
Ante los ojos del maestro, solo queda el silencio...Gracias, un besito
SABES TU POESIA ME ENCANTA... ME HACE PENSAR Y SENTIR EMOCIONES, ME TRASLADA A TU HISTORIA.. ES DECIR A LA QUE QUIERES DESCRIBIR.. ES PRECIOSO COMO ESCRIBES AMIGA MIA.
Muchas gracias mi niño...quise un cielo, quise ser luna...solo tengo mi silencio, sonrisa de verano.
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