A mi hija autista

Eduardo Schnadower

El mundo es un laberinto del lenguaje,

y lo navegas con un freno pesado,

avanzas con mucha constancia y coraje,

sonriendo a todo aquel que pasa a tu lado.

 

Guiarte es mi deber, así es el destino,

en este laberinto con muchas salidas,

aunque yo no conozca bien el camino,

y menos pueda saber tu preferida.

 

Trepas hasta la más grandiosa altura,

y resuelves muy complicados problemas,

en este laberinto, eso poco ayuda,

si no tienes los lexemas y morfemas.

 

Siete grandes picos hay para alpinistas,

para ti cada palabra nueva es uno,

para mí entenderte es una gran conquista.

Mi amor te entrego yo, sin reparo alguno.

 

Veo cómo te rebasan otros niños,

y me pregunto si es que llegar lograrás,

a la salida de este gran laberinto,

si la independencia algún día obtendrás.

 

Pero observo que con singular alegría

hacia el frente continúas sin cesar.

De admiración me llenas, querida mía,

con orgullo siempre a tu lado he de estar.

 

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Comentarios +

Comentarios3

  • Alfonso J Paredes

    Magnífico homenaje a su hija. Si es de su agrado le invito a que lea uno de mis escritos, el cual le dedico a usted en este momento. Se titula «Alas de mariposa». https://www.poemas-del-alma.com/blog/mostrar-poema-767833

    Saludos.

    • Eduardo Schnadower

      Muchas gracias, ya lo leí y comenté. Saludos!

    • EmilianoDR

      Eduardo, gracias por honrar a esa bendecida criatura que ha llegado a sus vidas.
      Solo a Padres especiales, llegan hijos especiales y llenan un hogar de eterna inocencia.
      Tenemos un amiga criando a un nieto especial y ha tenido que aprender para tratarlo y han avanzado juntos.
      Saludos cordiales.

    • Rafael Perez Ortola

      Cada día retomo el camino a Ítaca con renovado ímpetu, sobre todo después de leer tu magnífica alegoría sobre el caminante con todos los honores.
      Saludos cordiales.



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