El MUNDO AL REVÉS...

El precio del Cielo, el impuesto por vivir,

a los de abajo les cuesta subir,

mientras los de arriba, con risa dorada,

jamás conocieron lo que es resistir.

Congreso, palacio y altares dorados,
los mismos actores, el mismo legado.
Cambian las caras, se turnan los tronos,
pero el sacrificio… siempre es de otros.

El hermano madruga, se parte el lomo,
con lo justo llena el plato de hoy.
Pero el pastor, con sermón piadoso,
le exige el diezmo… "Dios proveerá".

Mientras tanto, en un vuelo dorado,
predica humildad… con Rolex al lado.
Bendice en diamantes, cena importado,
y con diezmos ajenos… brinda relajado.

Los congresistas, con voz indulgente,
prometen justicia, mienten de frente.
Firman acuerdos, cierran contratos,
venden la patria por unos centavos.

El gobierno, altivo, erguido en su trono,
firma decretos con tinta de plomo.
Promete futuro, ofrece migajas,
y el pueblo, en su sombra, solo trabaja.

El mundo al revés, la farsa y el circo,
los mismos payasos, el mismo capricho.
Te piden paciencia, te exigen tributo,
pero el sacrificio… siempre es el tuyo.

No me hablen de fe si tiene intereses,
ni de sacrificios si el lujo los vence.
Porque yo también creo en que hay Dios,
pero no en los que lucran con su voz.

Que nadie me diga que exagero,
porque he visto al lobo vestido de oveja.
Que nadie me pida bajar la voz,
cuando la verdad se ahoga en la niebla.

Lo digo de frente, lo grito sin miedo,
porque estuve adentro, porque bien lo entiendo.
No pido disculpas si a alguien le duele,
la verdad molesta… pero no muere.

Desde esta trinchera yo disparo versos,
con mucha verdad y sin miedo al fuego.
Porque aún sigo siendo el mismo Bohemio.