Dunia, tú eres la esencia, verdad que al alma da,
compañera en la vida, en nuestro simple andar.
Tu amor, fuego que cambia, mi ser en florecer,
sin ti, soy sombra incierta, entre el querer y el ser.
Tu risa, sol que asoma, la pena al disolver,
tus ojos, mi refugio, donde el alma ha de volver.
Mi pecho salta alegre, tras tanto tropezar,
me lees en silencio, sin nada que ocultar.
Eres mi norte diario, mi fuerza al despertar,
dueña de mi alma inquieta, mi humilde bienestar.
Tu amor me ha dado alas, con dulce libertad,
y al alba, te amo más, con simple claridad.
Tu voz, suave murmullo, mi paz, mi realidad,
tus gestos, fiel reflejo, de eterna humanidad.
Nuestra historia, un poema, de amor sin pretensión,
pasión y entrega honesta, sincera comunión.
Mi amor por ti, Dunia, es vasto, sin igual,
un mundo compartido, un sueño terrenal.
Llegaste, luz sencilla, con mágico calor,
y ardo en cada mañana, con nuevo y vivo amor.
Amo cada detalle, tu esencia singular,
tu risa, tu mirada, tu forma de amar.
Sin ti, mi vida es sombra, vacía soledad,
eres mi todo, Dunia, mi simple realidad.
Dunia, ángel humano, mi dulce inspiración,
en cada verso canto, mi humilde devoción.
Mi alma te pertenece, por siempre y para siempre,
y en cada pulso siento, tu nombre que me enciende.
Eres faro que guía, mi sendero al andar,
la paz que me acompaña, mi simple bienestar.
Contigo a mi costado, la vida es un hogar,
y al ocaso, te amo más, con humano palpitar.
Tu amor me ha enseñado, a ser mejor persona,
a amar la vida entera, con alma que razona.
Me has dado la alegría, de amar y ser amado,
y cada nuevo día, me siento afortunado.
Dunia, amor humano, mi sueño hecho canción,
en cada sueño mío, tu imagen es visión.
Eres mi musa y fuego, pasión y admiración,
la dueña de mi alma, y de mi corazón.
Agradezco a la vida, por darme tu bondad,
un don que me hace pleno, en esta realidad.
Eres mi complemento, mi otra mitad vital,
y anhelo cada día, tu rostro natural.
Tu amor es un tesoro, que guardo con afán,
un puro sentimiento, que mi alma ha de llenar.
Eres mi confidente, mi apoyo y mi verdad,
y en cada instante, te amo con lealtad.
Dunia, ángel precioso, mi dulce compañía,
en cada verso entrego, mi entera algarabía.
Eres mi inspiración, mi musa y mi pasión,
la dueña de mi alma, y de mi corazón.
Con cada latido entrego, mi amor eterno y fiel.
Dunia de los Ángeles, te amo, como a nadie amé.
Eres luz de mi alma, mi amanecer veraz.
Y por siempre te amaré, con indomable paz.
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Autor:
Edgardo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2025 a las 00:19
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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