Un día normal en la Ciudad Productiva comienza a las 4 am con un avocado toast, en otros lugares conocido como pan con aguacate, sin más, en fin, un desayuno fácil, rápido y nutritivo como lo anunciaría fulanita influencer de lifestyle y pseudo nutricionista. Sigue el día con actividad física y on repeat un audio de perencejo gurú declarando tu mantra favorito.
El multitasking es la orden del día, no se te ocurra hacer home office sin realizar a la vez 5 tareas más, completar al menos 2 diplomados mensuales, tener una entrada económica alterna, preferiblemente pasiva, y actualizar constantemente tu linkedIn, aunque para los puestos de trabajos disponibles siempre estés sobrevalorado.
16 horas no son suficientes para aprovechar el día, así que lo optimizamos arrancándole horas al sueño, porque el descanso no es una necesidad sino un premio que nunca te ganas.
Ten un presupuesto para hacer las cosas más esenciales de la vida como comer (nutricionista), relacionarse (psicólogo), dormir (pastillas) y lo que sea con cualquier coach que te enseñe a vivir porque aparentemente en la Ciudad Productiva nada se sabe a pesar de que todos están aprendiendo constantemente.
La tecnología llena cada segundo de ruido de fondo acompañando tus actividades diarias… y aquí estoy yo como un fracaso para esta sociedad, descansando al aire libre sin protector solar, sin productividad, disfrutando del silencio y preguntándome si no seré un blanco fácil para la cancel culture.
-
Autor:
Chrystell (
Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2025 a las 21:13
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Poesía Herética
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.