Oh ruinas del olvido
Piadosas del eterno
Oh leyendas del derruido
Rigurosas del perpetuo.
Oh gritos del querido
Que emanan del suelo
Oh gemidos del perdido
Que exhalan del muerto.
Oh lluvias del amanecer
Que reviven al yermo
Oh arboledas del querer
Resilientes al conteo.
La opresión del eterno
Un reino e imperio rendido
Un caballero disentido
Un reino de sangre salpicado.
Las lágrimas se acumulan
El peor pesar me cansa
Las almas a mí me matan
El umbral me espera.
Con la espada en mano
La gloria se disipa
Con la lanza clavada
La honra se esfuma.
Con el dolor de traición
Con el señor del traidor
Arrodillado como horror
Solo soy un vil acosador.
De la eternidad deseada
Solo queda la nada
De la siempre querida
Solo hay puerta cerrada.
Con la bandera quemada
El castillo derrumbado
Con mi palabra olvidada
Por mi mente traicionado.
Con mi llorar el mar cesa
Con mi calar en armonía
El clamar me quema
Solo me queda tu rosalía.
De un mundo que amaría
Por siempre perdido
De una galaxia extinta
De un emperador amado.
La tumba y la ruina se sella
Solo te pido mi perdón
Las nubes eternas lloran
Te clamo tu gran amor.
Oh mi gran señor
¿Qué he hecho?
Oh mi emperador
El dolor no se calmó.
El continuar en ruinas
Sin ningún ardor
El desear las siglas
De un gran traidor.
Esperando mi absolución
En un volcán de clamor
La esperanza es traición
En mi mundo de terror
Las armas se apuntan
Mi ser a ti clama
Las tronaderas callan
Mi ira se calma.
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Autor:
Unsimpleser (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2025 a las 13:55
- Comentario del autor sobre el poema: Destinado a lo que fue y no pudo, clamado a mi ser destruido, por la muerte ya firmado...
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu
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