Se fue mi padre y se me quedó mi madre
Fui detrás de él y me sentí culpable
Y aunque viva aquí y duerma en Alicante
Vivo ya muy lejos, vivo ya muy tarde.
A dos kilómetros, a unas tres calles
vive en su casa sucia mi única madre
mientras yo descanso aquí, largo y culpable.
A dos kilómetros, a unas tres calles.
Bienes perecederos son mis ambos padres
y yo un hijo eterno, largo y distante.
Cuento cuentos largos y escribo tantos males.
Y pienso tanto tanto que se me hace tarde.
En mi silencios yacerán millares de veces que debí contestarte antes.
Escribirte más y preguntarte si bajaba a verte cruzando esas tres calles.
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Autor:
Áspero (
Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2025 a las 21:33
- Categoría: familia
- Lecturas: 13
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
Comentarios1
Letras tristes, sentidas que llegan al lector amigo; y nos dejan pensando!
Me gustó leerte, porque de una u otra forma, el hijo ha sido ingrato con los padres y cuánta culpa se encharca en el alma ¡Tienes razón!
Un cálido abrazo poeta!
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