I
Había observado un sinfín de estrellas,
algunas brillantes y otras difusas,
Pero siéndote honesto y sin excusas,
hoy me he olvidado de todas ellas.
Inexistentes lucen dichas bellas,
cuando dulces suenan, las notas tersas,
que como una sinfonía, tu expresas,
e iluminan al mundo mientras brillas.
Como un suspiro de cálido viento,
que acaricia la frialdad del ocaso,
el cielo en tu mirada vi un momento.
y más allá de un fugaz pensamiento,
con la gentileza de un gesto atento,
por ti recorrería el universo.
II
Ayer imaginé un mundo a tu lado,
Donde el sol irradiaba un brillo eterno.
Y en este, mi actual y gélido invierno,
no se alza un día sin estar nublado.
Hoy, no queda estrella viva brillando
sobre este mi viaje sin retorno,
Porque en la soledad de tu abandono,
Mientras ibas con otro, fui ignorado.
No puede pasar un solo segundo,
Sin pensar en dejar de extrañarte.
Pero ahora estás en otro mundo,
Del cual yo quería protegerte,
Pero en medio de este mar en que hundo,
No me queda nada, más que olvidarte.
Juan Amezcua
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Autor:
Juan Amezcua (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2025 a las 21:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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