Alba, en la penumbra,
“Mi muerte es un poema
que nadie lee.
Mi muerte es la señal
que la sociedad no se detiene
a comprender las derrotas”.
Nadie se pregunta:
¿El fracaso genera una luz.?
Se aplaude el brillo instantáneo.
¿Se aprende al caer?
Las rodillas sin piel,
es la primera desventura,
aprendiste a caminar,
tus manos te sostienen,
y tu aprendizaje era tu sueño.
A veces sobre piedra.
A veces sobre césped.
En tu pensamiento el vuelo de una mariposa,
Alba, tu nombre se apaga y olvida,
¿A quien le importa tu historia?
quizás la forma como mueres.
pero tu pañuelo olvida la memoria.
Y ¿Para qué dejas el café humeante?
¿Por qué tu ausencia será un aroma?
¿El café mantendrá un segundo
más tus ojos abiertos, mirando
sin mirar?
Hasta en la caída en un pozo,
la luz te indica la salida.
El viento:
“Las caídas son pétalos del silencio,
el silencio enseña que el aprendizaje
construye una flor.”
El viento, a veces, es el arquitecto de la calma.
La ciudad, olvida escuchar,
Alba, la muerte solo te olvida,
no es liberación.
La taza de café se enfría.
“La vida tiene sentido en las caídas.”
La solución del último sorbo
es el aprendizaje de tu ausencia.
¿Olvidaste la última invitación?
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Autor:
OscarCampos (
Offline)
- Publicado: 28 de marzo de 2025 a las 00:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, EmilianoDR
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